Metegol lejano, abrigaste los dichos del compinche de turno (colegial camarada de momentos)...
Re?as satisfecho de ver la nueva camada, perverso objeto de divertimento, re?as est?tico de nuestra inocencia y eras testigo de nuestros momentos... los libros descansaban cerca, sobre una mesa del bar.
Las fichas te alimentaban y con ellas nos dabas m?s excusas para perder el tiempo... y con ?l ibamos creciendo... las nubes pasaban sobre el cielo.
Corr?amos para llegar primero, solo por el hecho de amontonarnos al abrir juntos la puerta; nuestra ropa de colegiales nos identificaba, nuestra marca indeleble signo de nuestra post pubertad. Por ella nos reconocias.
Metegol lejano, estar?s ahi o quiz?s est?s arrumbado en un dep?sito ri?ndote de nuestra risa.
(12-05-2002)